La musicoterapia ayuda a reducir los efectos del Parkinson
Lunes 11 de Octubre de 2010Felipe Rodríguez
A comienzos de la década pasada, Manuel Recuero, ingeniero de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid y experto en musicoterapia, recibió una pésima noticia: su mujer sufría de mal de Parkinson.
Sin perder tiempo, el profesional profundizó en los estudios de la disciplina y reunió a un grupo de especialistas en diferentes áreas, como neurólogos, psicólogos, sociólogos, ingenieros y músicos. Su idea era darle rigor científico a una realidad que sólo se había plasmado en intentos individuales: comprobar que la música tiene capacidad curativa y puede mejorar la calidad de vida de los pacientes. "Desde épocas remotas se sabe que la música amansa a las fieras y tiene un efecto positivo en los humanos que sufrían depresiones", cuenta tras su paso por Chile para participar en el XIII Seminario Internacional de Acústica, organizado por Inacap.
Algunos sonidos
En sus experimentos, Recuero utilizó el sonido -generalmente, música clásica- de manera pasiva en enfermos de España y México, y se encontró con resultados sorprendentes. Los movimientos lentos y las manos en forma de garra fueron mutando a una sensación de bienestar y soltura corporal. Incluso, con bailes y saltos.
Cuando se apagaba la música, los pacientes, otra vez, comenzaban a perder sus capacidades. "Es un camino larguísimo, pero este fenómeno se ha repetido en España y México, y ha dado resultados. Esto requiere de una extraordinaria meticulosidad, pero ya se dio un paso: el Instituto Tecnológico de Monterrey hará un gran proyecto de investigación sobre sus beneficios", indica Recuero.Para el musicoterapeuta chileno José Ignacio Carranza, el rigor científico es esencial para darles veracidad y comprobación a estos estudios. Y cuenta que en diversos centros médicos se están analizando las potencialidades de la música. "Los sonidos siempre han tenido una labor de mejorar la salud mental, y así como se hacen experimentos con pacientes pasivos, también los hay con activos: personas que tocando música tienen avances en el tratamiento de su enfermedad".
Según el especialista español, muchas veces aparecen chamanes ofreciendo soluciones a familias desesperadas. "Hay mucho esotérico que vende humo", afirma.
Lo que ambos especialistas estudian es lograr que las energías musicales lleguen a todo el organismo de los enfermos, y no sólo al sistema auditivo. "Se ha dado un primer paso, de entender que la música clásica o la voz, que es el mejor instrumento humano, tiene poder de sanación. La música electrónica, en tanto, no sirve. También lo hemos comprobado. Ahora queremos saber por qué y de qué manera se genera mayor serotonina en los pacientes cuando escuchan música", reconoce.
Pese a que ha logrado ayudar a los enfermos de Parkinson, la disciplina choca con otros intereses: los farmacéuticos. La industria observa con recelo los estudios, porque sus intereses económicos son enormes. "Un paciente puede consumir hasta 25 pastillas, y la musicoterapia no requiere ninguna. Les matamos el negocio", justifica.
Sanadora
No todos los sonidos tienen poder sanador. La música electrónica, por ejemplo, no lo tiene. Sí la clásica y la voz humana.
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