lunes, 27 de diciembre de 2010

El pionero de la fertilización in vitro gana el Nobel de Medicina

Su trabajo se considera un hito en el desarrollo de esa área:
El pionero de la fertilización in vitro gana el Nobel de Medicina
Martes 5 de Octubre de 2010

El británico Robert Edwards recibe el galardón 32 años después del nacimiento del primer "bebé de probeta", que revolucionó la reproducción humana y generó cuestionamientos.  
Cristián González y agencias.

 "Insistencia" y "perseverancia" son dos atributos que han sonado fuerte junto al nombre de Robert Edwards, el nuevo Premio Nobel de Medicina. Ayer, el Instituto Karolinska de Suecia dio a conocer el resultado que favorece al fisiólogo e investigador inglés, padre de la fertilización in vitro (FIV).

Tras el nacimiento de la británica Louise Brown, en julio de 1978, unos cuatro millones de niños han nacido gracias a esta técnica, que consiste en fecundar el óvulo fuera del cuerpo de la mujer para luego introducirlo en el útero, y de la cual se han desarrollado otros métodos de fertilización asistida.

"Con su trabajo abrió la puerta para que millones de personas en todo el mundo pudieran ser padres biológicos. La técnica ha ido cambiando y mejorando muchísimo", dice el doctor Ricardo Pommer, ginecólogo de Clínica Las Nieves y presidente de la Sociedad Chilena de Fertilidad.

En sus comienzos, la técnica no superaba el 8% de éxito; en la actualidad llega al 55%, dependiendo de la edad de la madre. "En Chile se realizan mil 700 procedimientos al año, lo que lleva a que nazcan 600 niños en promedio por esta vía".

Hombre sencillo

Casi desde el comienzo de su carrera, Robert Edwards -nació en Manchester en 1925; tiene 5 hijas y 11 nietos- decidió estudiar la reproducción humana para atajar el problema de la infertilidad, que afecta a un 10% de las parejas.

Llegar a aquello le significó más de diez años de investigaciones en la U. de Cambridge, junto al doctor Patrick Steptoe, ginecólogo fallecido en 1988.

"Al principio nadie creía en Edwards. Tampoco le autorizaron fondos para sus investigaciones. La comunidad científica en general creía que con la fecundación artificial iban a nacer bebés malformados. Y también hubo una enorme oposición religiosa", comentó a DPA el doctor Hugo Lagercrantz, miembro del jurado que otorgó el Nobel.

De hecho, miembros del Vaticano han criticado el nombramiento. La Iglesia Católica se opone a la FIV porque implica separar a la fecundación del "acto conyugal" -intercambio sexual entre un hombre y una mujer-, y lleva a la destrucción de embriones.

"Uno de los desafíos pendientes es lograr hacer una fertilización con un solo embrión. Hasta ahora se debe recurrir a múltiples embriones para aumentar la eficacia del procedimiento. Hoy la posibilidad de implantar un embrión in vitro es similar a la natural", comenta el doctor Alberto Costoya, quien estuvo a la cabeza de la primera FIV realizada en Chile y en Latinoamérica, en el Hospital Militar en 1985.

Costoya, actual director del Depto. de Obstetricia y Ginecología de la U. de Santiago, ha tenido la oportunidad de compartir en varias ocasiones con Robert Edwards. "Es un hombre muy sencillo y que creyó en algo que se pensaba imposible. Su perseverancia fue crucial; hasta entonces había poco conocimiento de la biología de las primeras etapas de la fertilización y hoy su aporte ha permitido que mejore la fecundación de las parejas, no sólo a través de la FIV".

Edwards, que está enfermo, no estaba disponible para hablar con los medios. Pero su esposa Ruth dijo en un comunicado que la familia estaba emocionada y "encantada" con el premio.

1978Es el año de nacimiento de Louise Brown, la primera niña fecundada a través de una fertilización in vitro.

4 millonesde niños han nacido gracias a esta técnica en el mundo. En Chile se estima que superan los 5 mil.

25%Es la probabilidad de que una pareja infértil tenga un niño tras un ciclo de FIV, similar al de una concepción natural.

 Elegir el mejor embrión
Un grupo de investigadores de la U. de Stanford, en EE.UU., dijo haber elaborado un método para predecir qué embriones de probeta son los más propensos a desarrollarse adecuadamente, según publica la revista Nature Biotechnology. A través de un nuevo test genético se podría ayudar a las clínicas de fertilidad a escoger los mejores embriones para implantarlos en el útero de las pacientes. Esto ahorraría a las mujeres el someterse a varias terapias y permitiría mejorar el actual sistema, que consiste en implantar varios embriones para tratar de obtener un embarazo, en ocasiones múltiple.

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