Sábado 19 de Junio de 2010
Feria Tecnológica Desafíos de la Ingeniería:
Futuros ingenieros diseñan soluciones económicas para mejorar la vida en las viviendas sociales
Un calentador de agua para la ducha, una cajonera colgante como las de los aviones y una cama-escritorio son algunos de los 50 proyectos que se mostraron ayer en la UC.
Gabriela Bade
Feria Tecnológica Desafíos de la Ingeniería:
Futuros ingenieros diseñan soluciones económicas para mejorar la vida en las viviendas sociales
Un calentador de agua para la ducha, una cajonera colgante como las de los aviones y una cama-escritorio son algunos de los 50 proyectos que se mostraron ayer en la UC.
Gabriela Bade
"Sólo dos de las diez casas que vimos en nuestro recorrido (por el Barrio Medial Luna, de Peñalolén) usaban cálifont. Es inhumano que alguien se bañe con agua helada en pleno invierno, así que nos concentramos en cómo dar solución a ese problema", cuenta Gonzalo Álvarez. Él, junto a otros nueve compañeros de primer año de ingeniería civil de la Universidad Católica, diseñaron el CociFont, uno de los 51 proyectos que ayer se mostraron en la Feria Tecnológica Desafíos de la Ingeniería de la UC.
El CociFont es un artefacto de acero que recubre un serpentín de cobre y que se pone sobre el fuego de la cocina. De esta forma, el agua que pasa por el serpentín se calienta y sirve para ducharse, a lo menos con agua tibia. Si el proyecto llegara a desarrollarse industrialmente su precio de mercado sería de unos $12 mil, mientras que un cálifont convencional cuesta alrededor de $60 mil.
Tal como esta idea, las demás 50 estaban todas orientadas a mejorar la calidad de vida de personas que habitan viviendas sociales. Este año, el curso se dictó en conjunto con Un techo para Chile con el lema "Nuevo barrio, nuevos desafíos", y está dirigido a quienes cambiaron su vida en poblaciones de emergencia y pasaron a viviendas definitivas, pero que aún son insuficientes en muchos aspectos.
Uno de los problemas más evidentes que detectaron los estudiantes es la falta de espacio. Y para eso desarrollaron ingeniosas ideas, como el Bedesk o cama-escritorio. Se trata de un dispositivo que permite levantar una cama con bombines neumáticos hacia una pared y transformar su base en una pared con una pizarra, luz y escritorio plegable. Este sistema costaría de 30 mil a 35 mil pesos.
También para la falta de espacio el grupo 2 diseñó el Flox, que viene de flying y box, y es una gaveta colgante inspirada en los maleteros de avión. La idea nació de la simple observación de que "cinco de cada siete hogares mostraban gran desorden, sobre todo de la ropa", como cuenta Magdalena Ribbeck. Esta solución ocupa el ángulo que se forma entre el techo y las paredes de una casa, y permite poner en cada una de las gavetas hasta 10 kilos de peso. Su precio de mercado llegaría a no más de $15 mil.
La poca intimidad es otro factor que los futuros ingenieros detectaron entre los pobladores. Pensando en cómo aislar las casas del ruido externo, uno de los grupos creó Sound Block . Es una plancha diseñada para cubrir una ventana de tamaño standard de una de las viviendas sociales que visitaron. La pieza está constituida por dos planchas de madera durolac que en su interior tienen corcho y lana mineral. El sistema puede reducir el ruido exterior, además de aislar de las bajas temperaturas y de la luz. Es desmontable y durante el día se puede colgar en las paredes.
Otro utensilio de espíritu más colectivo es el Ecolector. Es un aparato parecido a una cortadora de pasto, pero que succiona basura gracias a la acción de dos rodillos enfrentados. Aunque no es tan barato ($30 mil), el proyecto está pensado para su uso colectivo. Es decir, que se compre entre varias personas para limpiar, por ejemplo, la calle del vecindario.
El CociFont es un artefacto de acero que recubre un serpentín de cobre y que se pone sobre el fuego de la cocina. De esta forma, el agua que pasa por el serpentín se calienta y sirve para ducharse, a lo menos con agua tibia. Si el proyecto llegara a desarrollarse industrialmente su precio de mercado sería de unos $12 mil, mientras que un cálifont convencional cuesta alrededor de $60 mil.
Tal como esta idea, las demás 50 estaban todas orientadas a mejorar la calidad de vida de personas que habitan viviendas sociales. Este año, el curso se dictó en conjunto con Un techo para Chile con el lema "Nuevo barrio, nuevos desafíos", y está dirigido a quienes cambiaron su vida en poblaciones de emergencia y pasaron a viviendas definitivas, pero que aún son insuficientes en muchos aspectos.
Uno de los problemas más evidentes que detectaron los estudiantes es la falta de espacio. Y para eso desarrollaron ingeniosas ideas, como el Bedesk o cama-escritorio. Se trata de un dispositivo que permite levantar una cama con bombines neumáticos hacia una pared y transformar su base en una pared con una pizarra, luz y escritorio plegable. Este sistema costaría de 30 mil a 35 mil pesos.
También para la falta de espacio el grupo 2 diseñó el Flox, que viene de flying y box, y es una gaveta colgante inspirada en los maleteros de avión. La idea nació de la simple observación de que "cinco de cada siete hogares mostraban gran desorden, sobre todo de la ropa", como cuenta Magdalena Ribbeck. Esta solución ocupa el ángulo que se forma entre el techo y las paredes de una casa, y permite poner en cada una de las gavetas hasta 10 kilos de peso. Su precio de mercado llegaría a no más de $15 mil.
La poca intimidad es otro factor que los futuros ingenieros detectaron entre los pobladores. Pensando en cómo aislar las casas del ruido externo, uno de los grupos creó Sound Block . Es una plancha diseñada para cubrir una ventana de tamaño standard de una de las viviendas sociales que visitaron. La pieza está constituida por dos planchas de madera durolac que en su interior tienen corcho y lana mineral. El sistema puede reducir el ruido exterior, además de aislar de las bajas temperaturas y de la luz. Es desmontable y durante el día se puede colgar en las paredes.
Otro utensilio de espíritu más colectivo es el Ecolector. Es un aparato parecido a una cortadora de pasto, pero que succiona basura gracias a la acción de dos rodillos enfrentados. Aunque no es tan barato ($30 mil), el proyecto está pensado para su uso colectivo. Es decir, que se compre entre varias personas para limpiar, por ejemplo, la calle del vecindario.
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