Sepultan a 13 campesinos asesinados durante el gobierno militar
Los restos fueron encontrados en 1978 y secuestrados ese mismo año por agentes de la CNI. Posteriormente, fueron encontrados en una fosa común.
A 37 años de su hallazgo en 1978, los restos de 13 de 15 campesinos de Isla de Maipo encontrados en los hornos de Lonquén luego de ser secuestrados por Carabineros durante la dictadura de Augusto Pinochet, fueron sepultados hoy en ese pueblo del sur- poniente de Santiago.
Una masiva ceremonia, con el lema "37 años de espera para un digno funeral", coronó el sepelio en un mausoleo especialmente inaugurado en 2008 en el cementerio municipal de la localidad y a 2 días de que fueran entregados por el Servicio Médico Legal.
Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) advirtió que "aquí no se cierra el círculo: faltan los nombres y el enjuiciamiento y cárcel de quienes los secuestraron, torturaron y asesinaron".
La dirigente pidió "enjuiciamiento y cárcel efectiva para todos los que participaron de ese asesinato", en alusión al capitán Lautaro Castro y a siete carabineros detenidos por estos crímenes en julio de 1979, pero luego liberados gracias a la Ley de Amnistía.
El acto pone punto final al proceso iniciado el pasado 18 de febrero, cuando el ministro de fuero (s) de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Héctor Solís, dio a conocer la identificación de los restos de 13 de los 15 campesinos que aparecieron en dichos hornos. Otros 2 están aún en trámite.
Una vez que fueron entregados este viernes, los carror mortuorios hicieron una primera escala frente a la iglesia Recoleta Franciscana, donde inicialmente los cuerpos de las víctimas iban a ser velados el 14 de septiembre de 1979.
En esa ocasión todo se vio frustrado porque los cadáveres fueron secuestrados poco antes desde el SML por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) y lanzados a una fosa común en el cementerio de Isla de Maipo, desde donde fueron exhumados por orden judicial en 2006.
Los tres días de exequias fúnebres incluyeron un oficio religioso, una romería por las calles de Lonquén, actos artísticos y culturales que culminaron con la exhumación en el mausoleo creado para este efecto.
Además de familiares y otros cercanos a las víctimas, y diversas organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, a la ceremonia asistieron parlamentarios de la Concertación y los ex ministros Carolina Tohá y José Antonio Viera-Gallo.
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