Celebración del Día de la Tierra
EDITORIAL
EDITORIAL
Sábado 22 de Abril de 2000
Hoy, 22 de abril, celebramos por trigésima vez el Día de la Tierra. Este evento comenzó como una idea en la mente de una sola persona, Gaylord Nelson, un senador estadounidense de Wisconsin que se inspiró en los programas educacionales creados por los opositores a la guerra de Vietnam. En 1970, Nelson organizó la primera celebración del Día de la Tierra, en la cual participaron 20 millones de personas.
Hoy, cientos de millones de personas celebran este día. Por esta iniciativa, y muchas otras causas ambientales, el Presidente Clinton galardonó, en 1995, al senador Nelson con la Medalla Presidencial de la Libertad, la mayor condecoración civil otorgada por los Estados Unidos.
El gobierno de los Estados Unidos está preocupado por los temas ambientales. El informe "Un Ambiente Saludablepara el Siglo XXI" (disponible en www.whitehouse.gov/CHALK), preparado por el Consejo de Calidad Ambiental, y dado a conocer el 13 de abril, entrega una visión general de los avances logrados en materias medioambientales durante los últimos siete años.
El gobierno de los Estados Unidos está preocupado por los temas ambientales. El informe "Un Ambiente Saludablepara el Siglo XXI" (disponible en www.whitehouse.gov/CHALK), preparado por el Consejo de Calidad Ambiental, y dado a conocer el 13 de abril, entrega una visión general de los avances logrados en materias medioambientales durante los últimos siete años.
El Vicepresidente Al Gore ha señalado que "durante toda mi carrera he creído profundamente que una economía fuerte y un medio ambiente limpio van de la mano. Durante estos siete años nuestro gobierno lo ha demostrado, nuestra economía es exitosa y se han creado cerca de 21 millones de nuevos empleos. Nuestro aire y agua están más limpios y sanos que lo que han estado en décadas". El informe destaca decenas de iniciativas de la administración Clinton destinadas a mejorar la salud pública, restaurar la vida silvestre en peligro, promover "empresas verdes", proteger los océanos y las costas, fortalecer la defensa del medio ambiente y combatir el calentamiento global.
Durante los últimos 30 años nos hemos dado cuenta de que el aire que respiramos, los alimentos que cosechamos y el agua que tomamos están en riesgo debido a que el medio ambiente mundial está en peligro. Es por ello que los objetivos ambientales han sido incorporados como asunto central en la política exterior de los Estados Unidos. Por eso también la secretaria Albright ha destacado que entre las prioridades de Estados Unidos para el año 2000 se incluye la iniciativa del Presidente Clinton denominada "Greening the Globe" (Enverdecer el Mundo). Conforme con ese proyecto, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) destinará 150 millones de dólares para la conservación de los bosques tropicales.
Estamos trabajando para lograr la ratificación de la Convención sobre Desertificación y para respaldar los esfuerzos destinados a revertir las pérdidas de terrenos agrícolas, especialmente en Africa. Y esperamos que se apruebe la convención sobre biodiversidad, que protege el futuro al salvaguardar nuestra base biológica. Estamos trabajando hacia un acuerdo que prohíba o que restrinja estrictamente la producción de toxinas mortíferas. Y estamos llevando adelante una campaña diplomática a nivel mundial destinada a combatir el cambio climático mundial.
El cambio climático mundial es la mayor prioridad ambiental del gobierno del Presidente Clinton. Existe un claro consenso científico en torno al hecho de que el planeta se está calentando. Si no enfrentamos el problema, las consecuencias económicas y ecológicas serán severas, con sequías en ciertas áreas, inundaciones en otras, la elevación de los niveles de los mares y la diseminación de epidemias. Estados Unidos posee la mayor economía del mundo y la mejor tecnología ambiental. Nuestra sociedad es también la mayor emisora de gases causantes del calentamiento global. Tenemos tanto la obligación como la capacidad de ejercer el liderazgo.
Durante los últimos 30 años nos hemos dado cuenta de que el aire que respiramos, los alimentos que cosechamos y el agua que tomamos están en riesgo debido a que el medio ambiente mundial está en peligro. Es por ello que los objetivos ambientales han sido incorporados como asunto central en la política exterior de los Estados Unidos. Por eso también la secretaria Albright ha destacado que entre las prioridades de Estados Unidos para el año 2000 se incluye la iniciativa del Presidente Clinton denominada "Greening the Globe" (Enverdecer el Mundo). Conforme con ese proyecto, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) destinará 150 millones de dólares para la conservación de los bosques tropicales.
Estamos trabajando para lograr la ratificación de la Convención sobre Desertificación y para respaldar los esfuerzos destinados a revertir las pérdidas de terrenos agrícolas, especialmente en Africa. Y esperamos que se apruebe la convención sobre biodiversidad, que protege el futuro al salvaguardar nuestra base biológica. Estamos trabajando hacia un acuerdo que prohíba o que restrinja estrictamente la producción de toxinas mortíferas. Y estamos llevando adelante una campaña diplomática a nivel mundial destinada a combatir el cambio climático mundial.
El cambio climático mundial es la mayor prioridad ambiental del gobierno del Presidente Clinton. Existe un claro consenso científico en torno al hecho de que el planeta se está calentando. Si no enfrentamos el problema, las consecuencias económicas y ecológicas serán severas, con sequías en ciertas áreas, inundaciones en otras, la elevación de los niveles de los mares y la diseminación de epidemias. Estados Unidos posee la mayor economía del mundo y la mejor tecnología ambiental. Nuestra sociedad es también la mayor emisora de gases causantes del calentamiento global. Tenemos tanto la obligación como la capacidad de ejercer el liderazgo.
La protección del medio ambiente es un desafío tanto personal como profesional y hago todo lo que puedo para promover acciones cooperativas en nuestros intereses comunes. En octubre de 1999 me sentí orgulloso de poder firmar un memorándum de entendimiento sobre asuntos ambientales entre nuestros dos gobiernos. Aquí en Chile siempre subrayo que el programa Ciudades Limpias (Clean Cities) del Departamento de Energía de los EE.UU. tiene sólo un proyecto con una ciudad en América del Sur: Santiago.
En Chile tenemos la gran fortuna de contar con socios muy dedicados a este trabajo en favor del futuro del planeta. Dos instituciones líderes son el Consejo de las Américas en Chile y el Fondo de las Américas. Ambas fueron establecidas en 1993 por un acuerdo entre los gobiernos de Chile y de los Estados Unidos en el marco de la Iniciativa para las Américas. El objetivo del acuerdo es financiar proyectos para promover el desarrollo sustentable mediante la participación efectiva de organizaciones comunitarias locales, y el fortalecimiento del compromiso de la sociedad civil de proteger el medio ambiente y de promover acciones y educar al público en esta importante materia.
El Fondo de las Américas proporciona financiamiento para programas no gubernamentales, con recursos provenientes del pago de los intereses de la deuda contraída por el Gobierno de Chile con el Gobierno de los EE.UU. Hasta ahora ha distribuido más de 10 millones de dólares para financiar más de 100 iniciativas de protección del medio ambiente desarrolladas a lo largo de Chile.
El 21 de enero participé con representantes del Fondo de las Américas, la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio (Amcham) y del Centro de Investigación y Planificación del Medio Ambiente (Cipma), en la firma de un acuerdo para el proyecto "Filantropía y Cooperación Público Privada para la Protección del Medio Ambiente y el Mejoramiento de la Calidad de Vida". Esta iniciativa contempla la donación de 40 millones de pesos para promover la participación y la cooperación de la sociedad civil y de los sectores público y privado en la protección del medio ambiente.
En los Estados Unidos los sectores público y privado han trabajado juntos por años en la protección del medio ambiente y en el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades, particularmente de las que sufren de mayor pobreza. Esto puede significar una verdadera diferencia y es estimulante ver cómo esos esfuerzos también se realizan en Chile.
John O'Leary
Embajador de los Estados Unidos
De América en Chile
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