Exposición en el Museo Británico:
Conjuros egipcios para llegar a la otra vida vuelven a la luz
5 de noviembre de 2010
La mayor colección de papiros del Libro de la Muerte de la época faraónica está expuesta en Londres. Entre los escritos se exhibe por primera vez uno que mide 37 metros de largo.
Lorena Guzmán H.
M ientras griegos y romanos vivían para disfrutar el presente, los egipcios lo hacían para su muerte.Conjuros egipcios para llegar a la otra vida vuelven a la luz
5 de noviembre de 2010
La mayor colección de papiros del Libro de la Muerte de la época faraónica está expuesta en Londres. Entre los escritos se exhibe por primera vez uno que mide 37 metros de largo.
Lorena Guzmán H.
Desde sus inmensas pirámides-tumbas hasta los más elaborados utensilios para que el muerto los utilizara en la otra vida, el rito funerario cuidaba cada detalle del viaje del difunto, el que también se iba con un manual de instrucciones para llegar al más allá.
El Museo Británico de Londres acaba de inaugurar la mayor muestra de conjuros y fórmulas mágicas para entrar a la vida después de la muerte: el Libro de los Muertos.
Frágiles papiros
A pesar de su nombre, este libro son, en realidad, cientos de rollos de papiro en que los antiguos egipcios plasmaron las plegarias para combatir al mal y preservar el alma.
En la exposición se puede ver el libro más largo encontrado hasta ahora y que es exhibido al público por primera vez. El papiro Greenfield, de 37 metros de escritura hierática, guió el alma de Nesitanebisheru, hija de un alto sacerdote.
"La mayoría de los antiguos egipcios morían a los 35 años, pero habiendo tenido una vida privilegiada, en muchos sentidos querían que ésta siguiera después de la muerte", aseguró a AP el curador de la exhibición, John Taylor.
Hace 3.500 años, quienes tenían el dinero suficiente se preocupaban del cuerpo de sus difuntos momificándolos, y de su alma, con el "manual" del viaje a la vida eterna. Los que tenían mayores recursos mandaban a confeccionar documentos exclusivos, mientras que el resto debía conformarse con papiros producidos masivamente.
Ani, un sirviente y escriba del faraón que murió en 1275 a.C, se tuvo que conformar con un libro de la muerte "tipo", en el que se llenaron espacios en blanco con su nombre.
Hasta hoy se conocen 200 conjuros distintos que ayudaban al alma a combatir peligros e incluso a transformarse en distintos animales. Con ellos podía adquirir la capacidad de volar en el aire divino, entre los dioses. Pero hay excepciones. Como el papiro de Nesitanebisheru, que tiene, además de los hechizos tradicionales, rezos que no se han encontrado en otros documentos.
La sección más importante del libro es la del juicio final, que es igual para todos. En una balanza se pesa el corazón del difunto con respecto a la pluma de la justicia. Si el órgano pesa más, el difunto no es de corazón puro y se va al infierno.
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