lunes, 27 de diciembre de 2010

Los niños deben poder elegir qué textos leen y qué escriben

Lunes 27 de Septiembre de 2010

Stanley Swartz, académico e investigador de la U. Estatal de California:
Los niños deben poder elegir qué textos leen y qué escriben

Este doctor estadounidense acaba de editar un libro en Chile donde recoge experiencias exitosas en introducción a las habilidades lectoras entre los escolares.  
Pamela Elgueda T. Leerles a los niños en la noche no sólo sirve para bajarles las "revoluciones" y hacerlos dormir.

"Cuando ellos escuchan a alguien leer, aprenden lo interesantes que son las lecturas", explica Stanley Swartz, profesor e investigador de la Universidad Estatal de California, en Estados Unidos.

Un entusiasmo que los ayudará fuertemente cuando comiencen a interiorizarse en la lectura y la escritura y, más tarde, cuando aprendan ambos procesos y logren comprender a cabalidad tanto los mensajes que reciben como los que ellos mismos envían.

"Los niños deben tener claro que ambas habilidades son parte de la comunicación. Es muy importante que sepan que lo que leen es algo que otro les quiere decir, así como que lo que ellos escriben es un mensaje para que alguien lo lea y entienda", dice este doctor en Filosofía y master en Educación, quien acaba de lanzar el libro "Cada niño un lector".

Conexión

El texto describe con detalles prácticos las que se consideran las mejores estrategias en el aprendizaje de la lectoescritura.

Para eso recoge la experiencia lograda por la Fundación para el Aprendizaje Comprensivo de la lectoescritura (Cell, según su sigla en inglés), de la que el académico estadounidense es director, y del programa Ailem, desarrollado por investigadores de la Facultad de Educación de la Universidad Católica junto a Swartz.

El programa Ailem UC introduce a los niños en la lectura y escritura desde la etapa preescolar en adelante, a través de la implementación de planes de asesoría técnica y pedagógica a los profesores. Se aplica desde el año 2007, y actualmente está presente en los 25 colegios que la Fundación Cap tiene en Atacama, Coquimbo y la Región del Biobío.

Por eso esta entidad apoyó la edición del libro y lo distribuirá entre los docentes de sus distintos establecimientos.

Esa introducción parte entusiasmando a los niños para que disfruten con el proceso de decodificar y entender un texto.

"Vemos con ellos distintas estrategias posibles. Analizamos si se les lee y ellos escuchan, o se lee junto a ellos, o se hace que lean de manera individual", describe Swartz de este modelo, que se aplica desde el prekínder hasta 6° básico.

La variedad

Estas estrategias permiten que los docentes puedan dar una atención más personalizada a los niños, detectando sus debilidades y trabajarlas caso a caso.

Aprender a leer -agrega- va de la mano de entrenarse en la escritura. Esa conexión hace interesante el aprendizaje y se debe complementar con una buena cantidad y variedad de textos a disposición de los niños, porque es fundamental que ellos "puedan elegir qué van a leer y a escribir".

En ambas habilidades -añade el académico-, la comprensión es fundamental.

¿Y cómo se sabe que el niño realmente lo logró?

"Cuando logran visualizar una situación descrita en el texto y pensar si lo habrían o no hecho igual que el personaje", explica el académico.

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