Los escolares de Finlandia aprenden matemática usando sus propias manos

Domingo 3 de Octubre de 2010

Directora de escuela con mejor puntaje en prueba Pisa:
Los escolares de Finlandia aprenden matemática usando sus propias manos

"Aprendizaje activo" se llama la estrategia que ha permitido a ese país tener excelentes resultados en la enseñanza de esa materia.  
Pamela Elgueda T.

 Maarit Rossi es la directora del colegio de Finlandia con mejor puntaje en matemática en la prueba Pisa de 2006: obtuvo 564 puntos, 20 sobre el promedio de su país, 64 más que el de Europa y 153 sobre el puntaje de Chile.

Un logro en el que ella tiene bastante que decir: es profesora de ese ramo y hace cinco horas semanales de clases a los alumnos de su establecimiento.

"Hace diez años cambiamos la idea del profesor frente a la pizarra diciéndoles a los alumnos lo que tienen que hacer. Ahora hablamos de un aprendizaje activo", comenta Rossi, quien estuvo en Chile exponiendo sobre la experiencia de su escuela y de su país en el seminario Internacional sobre textos escolares de Matemática, Física y Química, organizado por el Mineduc y el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile.

Eso significa, por ejemplo, hacer cálculos matemáticos a partir del rebote de una pelota, donde ellos deben recolectar datos, hacer mediciones, decidir si van a probar con una pelota más grande, si cambiarán de lugar, etc. "La idea es que los alumnos construyan su propia estructura de aprendizaje y para eso necesitan testear, practicar, debatir, compartir con sus compañeros".

El conocimiento, además, siempre está relacionado con la vida cotidiana de los escolares, para que les resulte significativo. Y, por cierto, esta forma de enseñar la matemática -donde los alumnos deben usar sus propias manos, además de su creatividad e imaginación- parte en la etapa preescolar y se extiende hasta los 16 años.

En ese contexto, explica Maarit Rossi, el profesor tiene un rol de facilitador y guía. "En Finlandia tenemos un nivel educativo muy alto para los profesores de matemática. Ellos tuvieron que aprender la metodología de enseñanza y aunque a algunos se les hizo un poco más difícil, esa buena formación inicial los ayudó. Y por eso es que tenemos tan buenos resultados".

Ella, por ejemplo, primero estudió pedagogía y luego hizo una especialización para enseñar matemática. También estuvo cuatro años trabajando en labores productivas en industrias para traspasar esa experiencia a la enseñanza de la matemática y ciencias.

"El efecto que ha tenido en los estudiantes esta forma de enseñar va más allá de los buenos resultados en las pruebas de matemática", destaca la profesora. "Estamos formando chicos más seguros, dispuestos a dar sus opiniones, a intercambiar ideas, a reflexionar. Y eso es porque los estamos tratando como personas pensantes", concluye.