El Sumo Pontífice terminó su segunda visita a España:
El Papa condena el aborto y la eutanasia en consagración de basílica la Sagrada Familia
Lunes 8 de Noviembre de 2010
Durante la homilía, Benedicto XVI subrayó que "la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar".
El Papa Benedicto XVI puso fin ayer a un viaje de dos días a España con una condena al aborto y la eutanasia y una petición a los Estados para que apoyen a las mujeres y a los matrimonios heterosexuales.
El Sumo Pontífice expresó su rechazo durante su discurso de la ceremonia de consagración de la catedral de la Sagrada Familia de Barcelona, donde también denunció que actualmente se vive en una época en la que el hombre pretende edificar su vida de espaldas a Dios.
Unas ocho mil personas asistieron a la misa solemne en el templo ideado por Antoni Gaudí -a la que el Papa se refirió como una "admirable suma de técnica, arte y de fe"-, entre quienes se encontraban los Reyes de España, mientras que otras 50 mil se reunieron en el exterior.
Con sus declaraciones, Benedicto XVI, quien se opone totalmente al aborto y a cualquier forma de eutanasia, se mostró en contra de dos leyes estrella del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. En julio pasado entró en vigor la nueva legislación española sobre el aborto, la que amplió la anterior, hecho que el Vaticano calificó como "insensato". Paralelamente, militantes homosexuales protestaron besándose a su paso en Barcelona, señaló AFP.
"Sagrada e inviolable"
Durante la homilía, el Papa subrayó que aunque las condiciones de la vida han cambiado notablemente, avanzado mucho en ámbitos técnicos, sociales y culturales, no hay que contentarse con estos progresos.
"Junto a ellos deben estar siempre los progresos morales, como la atención, protección y ayuda a la familia, ya que el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural", afirmó.
Benedicto XVI apuntó que la Iglesia aboga por medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y el trabajo su plena realización, y para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean apoyados por el Estado.
Señaló que la Iglesia pide que se defienda la vida "sagrada e inviolable" desde su concepción y que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente. "Por eso, la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar", afirmó según consignó EFE.
Reunión con ZapateroAntes de abandonar Barcelona con dirección a Roma, el Papa mantuvo una breve reunión con el Presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. El encuentro se produjo luego que el sábado, Benedicto XVI dijera que España necesita una reevangelización, tras criticar el laicismo que existe en el país y compararlo con el "anticlericalismo y secularismo fuerte y agresivo de la década de los años treinta", durante la II República y la Guerra Civil. Según fuentes del gobierno español a EFE, Zapatero expuso que España actúa como un Estado aconfesional que reconoce el peso de la Iglesia Católica, pero que garantiza la libertad de todos.
Chilenos esperaron durante horasBarcelona A las cuatro de la madrugada de ayer, Juan Carlos Pacheco (47 años, nacido en Limache) instaló su bandera chilena en Marina, una céntrica avenida de Barcelona, para dar la bienvenida al Papa Benedicto XVI. Pacheco, quien esperó cinco horas y veinte minutos el paso del Santo Padre por esa calle, es uno de los 7.900 chilenos en la provincia catalana, según el Observatorio permanente de la Inmigración del ministerio de Trabajo e Inmigración de España; y no quiso perderse la segunda visita de un Sumo Pontífice a la ciudad, tras 28 años del arribo de Juan Pablo II.
"No tuve la oportunidad de ver al Papa Juan Pablo II cuando visitó Chile y ahora quería darle la bienvenida a Benedicto XVI en Cataluña, que es la tierra donde estoy trabajando, para agradecerle la visita y elevar oraciones para que salgamos del mal momento que vive España", comentó Pacheco, quien vive hace cinco años en el país ibérico.
El Sumo Pontífice cubrió a bordo del papamóvil los más de tres km desde el Arzobispado de Barcelona hasta el templo de la Sagrada Familia. En el recorrido se apreció varias banderas chilenas y de otros países latinoamericanos como Brasil, México y Perú, que también se plegaron al recibimiento.
El embajador de Chile en España, Sergio Romero, participó el sábado de la misa celebrada en la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela y destacó la "humildad" de Benedicto XVI. "El Papa dijo: 'he llegado como peregrino a una tierra de peregrinos'. Eso desprovisto de toda ritualidad ostentosa, lo que es una clara expresión de sencillez", aseguró Romero a "El Mercurio". "La profundidad de la convocatoria que él hace a Europa y España para recuperar los principios y valores espirituales, a mi juicio marca la impronta de esta visita", agregó.
El Papa condena el aborto y la eutanasia en consagración de basílica la Sagrada Familia
Lunes 8 de Noviembre de 2010
Durante la homilía, Benedicto XVI subrayó que "la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar".
El Papa Benedicto XVI puso fin ayer a un viaje de dos días a España con una condena al aborto y la eutanasia y una petición a los Estados para que apoyen a las mujeres y a los matrimonios heterosexuales.
El Sumo Pontífice expresó su rechazo durante su discurso de la ceremonia de consagración de la catedral de la Sagrada Familia de Barcelona, donde también denunció que actualmente se vive en una época en la que el hombre pretende edificar su vida de espaldas a Dios.
Unas ocho mil personas asistieron a la misa solemne en el templo ideado por Antoni Gaudí -a la que el Papa se refirió como una "admirable suma de técnica, arte y de fe"-, entre quienes se encontraban los Reyes de España, mientras que otras 50 mil se reunieron en el exterior.
Con sus declaraciones, Benedicto XVI, quien se opone totalmente al aborto y a cualquier forma de eutanasia, se mostró en contra de dos leyes estrella del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. En julio pasado entró en vigor la nueva legislación española sobre el aborto, la que amplió la anterior, hecho que el Vaticano calificó como "insensato". Paralelamente, militantes homosexuales protestaron besándose a su paso en Barcelona, señaló AFP.
"Sagrada e inviolable"
Durante la homilía, el Papa subrayó que aunque las condiciones de la vida han cambiado notablemente, avanzado mucho en ámbitos técnicos, sociales y culturales, no hay que contentarse con estos progresos.
"Junto a ellos deben estar siempre los progresos morales, como la atención, protección y ayuda a la familia, ya que el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural", afirmó.
Benedicto XVI apuntó que la Iglesia aboga por medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y el trabajo su plena realización, y para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean apoyados por el Estado.
Señaló que la Iglesia pide que se defienda la vida "sagrada e inviolable" desde su concepción y que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente. "Por eso, la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar", afirmó según consignó EFE.
Reunión con ZapateroAntes de abandonar Barcelona con dirección a Roma, el Papa mantuvo una breve reunión con el Presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. El encuentro se produjo luego que el sábado, Benedicto XVI dijera que España necesita una reevangelización, tras criticar el laicismo que existe en el país y compararlo con el "anticlericalismo y secularismo fuerte y agresivo de la década de los años treinta", durante la II República y la Guerra Civil. Según fuentes del gobierno español a EFE, Zapatero expuso que España actúa como un Estado aconfesional que reconoce el peso de la Iglesia Católica, pero que garantiza la libertad de todos.
Chilenos esperaron durante horasBarcelona A las cuatro de la madrugada de ayer, Juan Carlos Pacheco (47 años, nacido en Limache) instaló su bandera chilena en Marina, una céntrica avenida de Barcelona, para dar la bienvenida al Papa Benedicto XVI. Pacheco, quien esperó cinco horas y veinte minutos el paso del Santo Padre por esa calle, es uno de los 7.900 chilenos en la provincia catalana, según el Observatorio permanente de la Inmigración del ministerio de Trabajo e Inmigración de España; y no quiso perderse la segunda visita de un Sumo Pontífice a la ciudad, tras 28 años del arribo de Juan Pablo II.
"No tuve la oportunidad de ver al Papa Juan Pablo II cuando visitó Chile y ahora quería darle la bienvenida a Benedicto XVI en Cataluña, que es la tierra donde estoy trabajando, para agradecerle la visita y elevar oraciones para que salgamos del mal momento que vive España", comentó Pacheco, quien vive hace cinco años en el país ibérico.
El Sumo Pontífice cubrió a bordo del papamóvil los más de tres km desde el Arzobispado de Barcelona hasta el templo de la Sagrada Familia. En el recorrido se apreció varias banderas chilenas y de otros países latinoamericanos como Brasil, México y Perú, que también se plegaron al recibimiento.
El embajador de Chile en España, Sergio Romero, participó el sábado de la misa celebrada en la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela y destacó la "humildad" de Benedicto XVI. "El Papa dijo: 'he llegado como peregrino a una tierra de peregrinos'. Eso desprovisto de toda ritualidad ostentosa, lo que es una clara expresión de sencillez", aseguró Romero a "El Mercurio". "La profundidad de la convocatoria que él hace a Europa y España para recuperar los principios y valores espirituales, a mi juicio marca la impronta de esta visita", agregó.
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