lunes, 20 de diciembre de 2010

Allegados aumentaron 23,8% entre 2006 y 2009

Allegados aumentaron 23,8% entre 2006 y 2009 en quintil más pobre
Estudio de Libertad y Desarrollo basado en la encuesta Casen:

El análisis muestra que las condiciones físicas y de hacinamiento de las viviendas del 20% de chilenos de menores ingresos mejoraron fuertemente entre 1990 y 2009.  

MANUEL FERNÁNDEZ BOLVARÁN 
Entre 2006 y 2009 no sólo subió el índice de pobreza del país, de 13,7% a 15,1%. También se elevó bruscamente la cantidad de hogares del 20% de menores ingresos que comparten una misma vivienda, fenómeno conocido como el de los allegados. Así lo demuestra un análisis realizado por el Instituto Libertad y Desarrollo a partir de los datos de las encuestas nacionales de caracterización socioeconómica (Casen) de 1990, 2006 y 2009.
Dicho estudio muestra que en 2006 la cantidad de familias de este quintil viviendo como allegadas era de 48.759, la que subió a 60.354 el año pasado. Es decir, una variación de 23,8%. "Según la misma encuesta, la razón principal (60%) por la cual las personas comparten una vivienda son los problemas económicos, por lo tanto la crisis claramente influyó en este resultado", comenta la investigadora del programa social del instituto, Paulina Henoch.
Mejoras
De todos modos, si se mira la tendencia a largo plazo, las viviendas compartidas por varias familias han mostrado una importante disminución en los últimos 20 años. En 1990 el 15,2% de los chilenos del quintil más pobre vivía de allegados, índice que cayó a 7,5% en 2009.
"Todos los indicadores de vivienda muestran una mejoramiento constante en las condiciones de las viviendas del segmento de menos recursos", señala Henoch. Una muestra es la evolución del hacinamiento en este grupo. La cifra de hogares con niveles críticos (aquellos en que viven cinco o más personas por cada habitación de la vivienda) se redujo de 18,6% a 1,9% en los sectores urbanos.
Respecto de las condiciones materiales de las viviendas, también muestran un progreso importante. Las familias residiendo en viviendas consideradas "irrecuperables" (mediaguas, chozas, mejoras, carpas o similares) eran 199.631 en 1990 y disminuyeron a 25.802 en 2009.
Estos antecedentes, establece la investigación, permiten concluir que el déficit de viviendas se ha reducido fuertemente en los últimos 20 años en el quintil de menos ingresos. A comienzos de los 90 el 62% de las familias de este grupo carecía de una vivienda adecuada. El año pasado era el 27,8%.
"Como este tema está bien encaminado y la prioridad ahora es la reconstrucción, es cuestionable que se tenga que aumentar el gasto en la construcción de viviendas sociales y asignar los recursos extra a los afectados por el terremoto", concluye la investigadora

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