lunes, 20 de diciembre de 2010

Van Gogh representaba el cielo nocturno con precisión astronómica

Van Gogh representaba el cielo nocturno con precisión astronómica


Domingo 05 de Diciembre de 2010
Richard García
"Yo confieso no saber por qué será, pero siempre la vista de las estrellas me hace soñar, tan simplemente como me impulsan a soñar los puntos negros que representan en el mapa las ciudades y los lugares. ¿Por qué, me pregunto, los puntos luminosos del firmamento tienen que ser menos accesibles que los puntos negros en el mapa de Francia? Tal como tomamos el tren para irnos a Tarascón o a Ruán, tomamos la muerte para irnos a una estrella".
Así reflexionaba Vincent Van Gogh, el genial artista holandés, en una de sus cartas a su hermano Theo hace 120 años.
Este interés por las estrellas iba más allá de la filosofía y lo dejaba reflejado en sus lienzos, asegura el astrónomo y escritor francés Jean Pierre Luminet, quien estuvo en Santiago la semana pasada invitado por el Planetario de Santiago. En una de sus charlas, abordó el estrecho vínculo entre el arte y la astronomía.
Según Luminet, desde Giotto, que plasmó el cometa Halley en su Natividad, muchos artistas han incorporado a su obra el conocimiento científico o los fenómenos celestes de los que fueron testigos y Van Gogh no fue la excepción.
"Son muy sorprendentes sus representaciones del cielo nocturno", dice. Sabía que era posible hacer una reconstitución mediante un sencillo programa computacional que reconstruye el cielo nocturno en cualquier momento del tiempo.
Estaba especialmente interesado en un cuadro llamado "Noche estrellada", que pintó después del episodio en que trató de matarse y empeoró su esquizofrenia. "Me llamaba la atención porque en otra obra previa, "Noche estrellada sobre el Rodano", se reconocen a simple vista las constelaciones y el cielo está muy claro, pero cuando vemos el otro, se ve tan extraño que podríamos pensar que era un reflejo de su locura con toda una turbulencia que no tiene mucho que ver con el cielo nocturno real".
"Estaba intrigado por eso. Pero luego de analizarlo con el software descubrí que la posición de todas las estrellas es precisa". Pero lo más increíble es que lo que parecía una turbulencia es en realidad una galaxia espiral que es imposible de apreciar a simple vista, pero que está situada en el mismo lugar del cielo si se apunta con un telescopio.
"Por supuesto esa galaxia ya había sido descubierta; Van Gogh no tenía una visión de rayos X como Superman", aclara Luminet.
Explica que después de estudiar la correspondencia que el artista mantuvo con su hermano Theo, descubrió que estaba muy interesado en la astronomía. En ese tiempo existía un astrónomo muy popular, Camille Flamarion, que escribía en una revista popular de astronomía. En ella había publicado recientemente la fotografía de la nebulosa espiral. "Probablemente la vio allí y su propósito era mostrar que era algo que existía aunque no pudiera verse", opina.
Jean Pierre Luminet (1951)

es astrónomo, poeta, escritor y experto en la historia del cosmos. Es director de investigación del prestigioso Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS). De su labor como científico destaca el haber sido el primero en simular las distorsiones ópticas causadas por el campo gravitatorio de un agujero negro y plantea que el universo tiene la forma de un dodecaedro.

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