lunes, 20 de diciembre de 2010

Cuando el divorcio se transforma en dinero:

Cuando el divorcio se transforma en dinero:
Acuerdos prenupciales cada vez se vuelven más insólitos

Además de la infidelidad, otras cláusulas que se están incorporando ahora pueden ser el sobrepeso y el consumo de drogas.  

 7 de noviembre de 2010
Se miraron a los ojos y se amaron para siempre. Todo muy romántico... pero la verdad es que muchas parejas -a la vuelta de los años- terminan odiándose al punto de tirarse los platos por la cabeza porque ya no se soportan más. ¿Le suena conocido?
Es por eso que los multimillonarios -previendo algún potencial desastre- firman acuerdos prenupciales para proteger sus fortunas del cónyuge, tal como se ve en las películas.
Y cuando se invocan los acuerdos prenupciales en medio de una disputa jurídica, generalmente son la ventana a suculentas historias de traiciones, venganzas o intentos de fraude.
Los acuerdos prenupciales tienen validez legal en Estados Unidos, Europa y en muchas otras partes del mundo.
Pero no así en Gran Bretaña, donde por primera vez en la historia la Corte Suprema de ese país emitió un fallo que valida un acuerdo prenupcial.
¿Y quién ganó? La esposa.
El marido acudió a la justicia para intentar obtener una tajada más grande de la fortuna de Katrin Radmacher, la heredera de un imperio económico estimado en unos US$ 160 millones.
Pero la justicia estableció que el acuerdo prenupcial tenía validez jurídica y Katrin se quedó con sus millones, según la BBC.
Multas y limitaciones
Una reciente investigación del periódico Chicago Sun-Times descubrió que dentro del universo de los acuerdos prenupciales existe un amplio espectro de extrañas cláusulas.
Entre ellas, el derecho a realizar mensualmente a la pareja controles para detectar el consumo de drogas, con altas multas si salen positivos.
¿Otros ejemplos? Una cláusula que limita el número de partidos de fútbol que se pueden ver el día domingo, un bono de US$ 100.000 por cada vez que la pareja sea infiel, o un acuerdo para limitar el peso de la esposa a 54 kilos, sujeto al pago de US$ 100.000 si se excede.
Los acuerdos prenupciales no son nuevos. La Universidad de Columbia en Nueva York tiene el acuerdo prematrimonial firmado por el magnate Andrew Carnegie y su esposa Louise Whitfield el día de su boda, el 22 de abril de 1877.
Pero es Hollywood, por supuesto, la fuente de los más elaborados acuerdos de este tipo.
Según diferentes informes de prensa, los actores Michael Douglas y Catherine Zeta Jones habrían acordado que ella tiene el derecho a US$ 1 millón por cada año que estuvieron juntos si deciden separarse.
También acaparó los titulares de la prensa que los actores Denise Richards y Charlie Sheen habían acordado que el que fuese infiel debía pagar una multa de US$ 4 millones.
Y en Inglaterra, aunque hasta ahora estos acuerdos prenupciales no eran reconocidos, las sumas de dinero que se han manejado no tienen mucho que envidiarle a Hollywood.
¿Uno de los más bullados? Sin duda cuando un tribunal falló que Heather Mills debía recibir US$ 37 millones de la fortuna del ex Beatle Paul McCartney tras cuatro años de matrimonio.
Otra británica, Beverley Charman, recibió US$ 75 millones luego de un matrimonio de 28 años con el magnate John Charman.
La abogada especialista en divorcios Anne Kay dice a la BBC que en el futuro quizás las parejas se pongan cada vez más creativas: "Por ejemplo, no hay normativas que regulen la relación de los cónyuges con las mascotas. Quizás algunos quieran establecer claramente -antes de casarse- quién se queda con los gatos y quién se queda con los perros".
 Un padre exigente
No todos los acuerdos prenupciales son entre el novio y la novia. Emma Carter y su esposo viven en Liverpool (Inglaterra), y tuvieron que firmar un acuerdo con Barry, el padre de la novia. Y establece que si se separan durante los primeros 10 años de matrimonio tendrán que pagarle a Barry el costo de la boda, que fue de US$ 36.000.
"Hemos estado casados por cinco años", dice Carter. "Siempre bromeamos con que ahora nos quedan cinco años para ser libres".

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