Miércoles 10 de Noviembre de 2010
Escuelas han flexibilizado sus normas para acoger a musulmanes:
En Iquique y La Calera no se reprocha uso de velo islámico
Inmigrantes mantienen sus costumbres y luchan para que sus hijas las preserven. Los colegios dan las facilidades para que conserven su identidad.
AUDÉNICO BARRÍA Y DAVIED JAIME
Escuelas han flexibilizado sus normas para acoger a musulmanes:
En Iquique y La Calera no se reprocha uso de velo islámico
Inmigrantes mantienen sus costumbres y luchan para que sus hijas las preserven. Los colegios dan las facilidades para que conserven su identidad.
AUDÉNICO BARRÍA Y DAVIED JAIME
Tanto en Iquique como en La Calera, donde viven comunidades musulmanes, no existen restricciones para que las niñas concurran a las escuelas con sus tradicionales velos islámicos.
La presencia en las calles de las mujeres musulmanes sigue llamando la atención, pero ya no en los colegios donde estudian las niñas, ya que las comunidades escolares han superado las diferencias.
Por eso llamó la atención el cuestionamiento que experimentó Yasmín Elsayed, la niña de 9 años a la cual se le había prohibido usar el velo islámico en el colegio W. A. Mozart de La Reina.
En La Calera, donde reside un grupo de refugiados palestinos que arribó en 2008, reconocen que no ha sido fácil que tanto las niñas musulmanas se adapten al régimen escolar, como que los demás estudiantes se acostumbraran a su presencia.
En un comienzo todos fueron matriculados en la Escuela Palestina, un plantel municipal que no tiene otra ligazón con el Medio Oriente que su nombre.
Su director, José Carrasco, reconoce que ha habido dificultades y que se cometieron errores. "Aquí a los niños se les matriculó en cursos distintos y en verdad había que hacer un solo grupo y trabajar con ellos a través de un intérprete", reconoce.
Las niñas debieron salir de la Escuela Palestina, porque no se adaptaron y porque hubo una fuerte protesta de otros apoderados, porque el Estado había entregado becas y útiles a los refugiados y no a todos.
Es el caso de las hermanas Nur y Nadda Hamlawi, de 14 y 13 años, quienes fueron derivadas al colegio particular subvencionado "Teresa Brown", donde cursan 8º y 7º año básico. Ellas acuden con velo y nunca han sido discriminadas.
"Acá hemos respetado sus costumbres y hemos flexibilizado con ellas las exigencias", dice la directora Carolina Argandoña. "Se les permite la falda un poco más larga que la de las demás y no tienen la obligación de realizar nuestras prácticas religiosas (católicas), ya que ellas son musulmanas", acota.
Karili Hamlawi, padre de las niñas, indica que efectivamente sus hijas no han tenido dificultades por sus costumbres o vestimentas. "Nuestra mayor preocupación respecto de la educación es ahora cómo financiaremos los estudios de los hijos, ya que toda la ayuda estatal que hemos recibido como refugiados se nos termina este mes".
En Iquique viven unos 400 musulmanes, en su mayoría comerciantes de la Zona Franca.
En su mayoría son pakistaníes, sin embargo también hay indios, chinos y peruanos.
Los niños asisten a dos colegios, el Eagle College, al que concurren chinos, indios, pakistaníes, estadounidenses y de países de Latinoamérica y al IQRA, donde está el mayor número de niños musulmanes de la ciudad. En ambos planteles nadie cuestiona el uso de velos.
La presencia en las calles de las mujeres musulmanes sigue llamando la atención, pero ya no en los colegios donde estudian las niñas, ya que las comunidades escolares han superado las diferencias.
Por eso llamó la atención el cuestionamiento que experimentó Yasmín Elsayed, la niña de 9 años a la cual se le había prohibido usar el velo islámico en el colegio W. A. Mozart de La Reina.
En La Calera, donde reside un grupo de refugiados palestinos que arribó en 2008, reconocen que no ha sido fácil que tanto las niñas musulmanas se adapten al régimen escolar, como que los demás estudiantes se acostumbraran a su presencia.
En un comienzo todos fueron matriculados en la Escuela Palestina, un plantel municipal que no tiene otra ligazón con el Medio Oriente que su nombre.
Su director, José Carrasco, reconoce que ha habido dificultades y que se cometieron errores. "Aquí a los niños se les matriculó en cursos distintos y en verdad había que hacer un solo grupo y trabajar con ellos a través de un intérprete", reconoce.
Las niñas debieron salir de la Escuela Palestina, porque no se adaptaron y porque hubo una fuerte protesta de otros apoderados, porque el Estado había entregado becas y útiles a los refugiados y no a todos.
Es el caso de las hermanas Nur y Nadda Hamlawi, de 14 y 13 años, quienes fueron derivadas al colegio particular subvencionado "Teresa Brown", donde cursan 8º y 7º año básico. Ellas acuden con velo y nunca han sido discriminadas.
"Acá hemos respetado sus costumbres y hemos flexibilizado con ellas las exigencias", dice la directora Carolina Argandoña. "Se les permite la falda un poco más larga que la de las demás y no tienen la obligación de realizar nuestras prácticas religiosas (católicas), ya que ellas son musulmanas", acota.
Karili Hamlawi, padre de las niñas, indica que efectivamente sus hijas no han tenido dificultades por sus costumbres o vestimentas. "Nuestra mayor preocupación respecto de la educación es ahora cómo financiaremos los estudios de los hijos, ya que toda la ayuda estatal que hemos recibido como refugiados se nos termina este mes".
En Iquique viven unos 400 musulmanes, en su mayoría comerciantes de la Zona Franca.
En su mayoría son pakistaníes, sin embargo también hay indios, chinos y peruanos.
Los niños asisten a dos colegios, el Eagle College, al que concurren chinos, indios, pakistaníes, estadounidenses y de países de Latinoamérica y al IQRA, donde está el mayor número de niños musulmanes de la ciudad. En ambos planteles nadie cuestiona el uso de velos.
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